"Camélidos Andinos, Tesoro de las Alturas"
En el Marco del Año Internacional de los Camélidos
En el Marco del Año Internacional de los Camélidos
Texto Referencial / Fuente : FAO
En el mundo hay muchos tipos de camélidos
vivimos en las tierras altas y los desiertos
somos alpacas camellos y dromedarios
sin olvidar a guanacos, llamas y vicuñas
Damos leche, carne y fibras
Somos mamiferos resistentes, proveedores de nuestra gente
Nutrimos a las comunidades y desempeñamos un papel vital
A veces somos medio de transporte
sea cual sea el destino final
Bajos o altos, robustos o esbeltos
En condiciones adversas prosperamos y raramente nos rendimos
formamos parte de tu cultura y de tu identidad
Encarnamos la esperanza y creamos prosperidad
Fomentaremos la resiliencia frente a un clima cambiante
Juntos, afrontaremos los desafios que el planeta tiene por delante
Héroes de los desiertos y las alturas: alimento para pueblos y culturas
Las Naciones Unidas declararon el año 2024 Año Internacional de los Camélidos. Su celebración pondrá de manifiesto que los camélidos son un recurso de subsistencia clave para millones de familias que habitan entornos hostiles, en más de 90 países, en particular entre los Pueblos Indígenas y las comunidades locales. Los camélidos, que comprenden desde las alpacas hasta los camellos bactrianos, dromedarios, guanacos, llamas y vicuñas, contribuyen a la seguridad alimentaria, a la nutrición y al crecimiento económico, además de poseer una gran relevancia social y cultural para muchas comunidades de todo el mundo.
Los camélidos desempeñan una función importante en el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados con la lucha contra el hambre, la erradicación de la pobreza extrema, el empoderamiento de las mujeres y la utilización sostenible de los ecosistemas terrestres. Proporcionan leche, carne y fibra para las comunidades, sirven como medio de transporte de bienes y personas, aportan fertilizante biológico y se adaptan muy bien a lugares donde otras especies de ganado no sobrevivirían.
Los camélidos ocupan un lugar primordial en la cultura, la economía, la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia de las comunidades que habitan los altiplanos andinos y las tierras áridas y semiáridas de África y Asia, en particular entre los Pueblos Indígenas. Aun en condiciones climáticas extremas, siguen produciendo fibra y alimentos nutritivos. En este sentido, el Año Internacional de los Camélidos representa una oportunidad sin igual de concienciar sobre la función que tienen los camélidos para generar resiliencia ante el cambio climático, especialmente en las montañas y las tierras áridas y semiáridas.
Camélidos Sudamericanos : mamíferos autóctonos del Nuevo Mundo
La llama
Un animal alto, con forma de caballo y cola corta. Así soy yo. Mis orejas son bastante largas y están ligeramente curvadas hacia dentro como plátanos.
Actualmente somos cuatro millones, de los cuales la mitad reside en Bolivia. El hilo elaborado con nuestras fibras es ligero, pero les proporcionará una calidez excepcional.
Como el resto de nuestros amigos camélidos, mi especie, que surgió en Sudamérica hace unos 45 millones de años, forma parte de la identidad de muchas culturas y sociedades.
La alpaca
Me llaman alpaca, y pueden reconocerme porque tengo el cuello y las patas largas y no tengo dientes delanteros superiores. Al igual que otros camélidos sudamericanos, tengo los pies suaves y acolchados, por lo que no daño los pastos que me alimentan.
Soy una criatura sociable y me encanta estar rodeada de otras alpacas y otros animales. Me comunico mediante el lenguaje corporal, por lo que podrán adivinar mi estado de ánimo con tan solo observar mis movimientos y comportamiento.
En tiempos prehispánicos, las alpacas y nuestras hermanas las llamas, éramos los principales animales de carga. También proporcionábamos fibra y carne a las comunidades.
Las alpacas y las llamas somos los únicos camélidos sudamericanos que han sido domesticados.
El guanaco
Soy uno de los mamíferos salvajes terrestres de mayor tamaño de Sudamérica. Pueden reconocerme porque tengo el cuerpo esbelto y las orejas grandes y puntiagudas. A diferencia de mis parientes las llamas, el color de mi pelaje varía muy poco, de un tono marrón claro a uno oscuro, con algo de blanco en la zona inferior.
Somos criaturas veloces, capaces de huir de nuestros depredadores. ¿Sabían que podemos correr a unos 56 kilómetros por hora? ¡Casi tan rápido como un tigre! Al igual que mis congéneres camélidos, soy de gran valor para las comunidades locales por mi fibra.
La vicuña
Soy la vicuña, el animal nacional de Perú. Mi pelaje es marrón lanoso en el lomo y blanco en el pecho. Muchos dicen que proporciono una de las fibras más finas del mundo.
Puedo vivir en temperaturas frías a pesar de mi fina lana porque mi cuerpo atrapa el calor del sol durante el día para mantener una buena temperatura durante la noche.
A las vicuñas, como al resto de camélidos sudamericanos —llamas, alpacas y guanacos— también se nos llama camélidos del nuevo mundo, y se nos considera los mamíferos autóctonos del continente. Formamos parte de la identidad espiritual y cultural de los Pueblos Indígenas y de las comunidades locales del altiplano andino.
Los camélidos aparecieron en América hace 45 millones de años.
Los Camélidos son básicos para la subsistencia de millones de familias en más de 90 países, en particular entre los Pueblos Indígenas y las comunidades locales.
En época precolombina, las llamas y las alpacas constituian el grueso del ganado usadas como animales de carga y fuente de carne y fibra
En América del sur hay cerca de 7,5 millones de alpacas, 4 millones de llamas, 350 mil vicuñas y 600 mil guanacos. En los altiplanos andinos, 200 mil familias crían y controlan estos animales
Los camélidos representan una fuente esencial de carne, leche, fibra y fertilizante en zonas desérticas y montañosas.
Otros Camélidos en el Mundo ( solo referencial)
El camello
Me llamo camello y tengo dos jorobas en el lomo.
Soy el mayor camélido que existe, capaz de adaptarse a los dos climas de las regiones desérticas y semidesérticas.
Al igual que los dromedarios, puedo viajar durante largos períodos de tiempo sin comida ni agua utilizando la grasa almacenada en mis jorobas y transformándola en energía.
Pero no nos confundan con los camellos salvajes. Son una especie distinta que únicamente se encuentra en las remotas zonas desérticas entre China y Mongolia.
Como todos los demás camélidos, soy una criatura robusta y resiliente, que siempre está al servicio del ser humano en momentos de necesidad.
Incluso en condiciones climáticas extremas, sigo proporcionando alimentos nutritivos y fibra. Al igual que los dromedarios, me llaman “barco del desierto” gracias a mi capacidad para sobrevivir en circunstancias difíciles, razón por la que tanto nosotros como los dromedarios somos cruciales para las comunidades nómadas y de las tierras áridas.
El dromedario
Soy el camello de una joroba y pueden reconocerme por mi largo cuello curvado y mi pecho estrecho.
Me cuesta atravesar las regiones montañosas, por lo que se me conoce como el camello de las llanuras.
Habito en África y Asia.
Como los camellos, recorro grandes distancias y sobrevivo largos períodos sin agua. Quizá por eso soy el compañero ideal en la gran inmensidad de los desiertos.
La familia de los Camélidos esta compuesta por los camellos bactrianos, los camellos salvajes y los dromedarios, así como las llamas y las alpacas,que son las especies domesticadas, y las vicuñas y los guanacos, que son las especies salvajes.
Los camellos bactrianos y dromedarios reciben el apodo de "barcos del desierto" por su capacidad de resistir a circunstancias extremas, recorrer enormes distancias en condiciones durísimas y sobrevivir sin beber agua durante largos periodos